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PALOS PROCESIONALES (5).jpg

Damas de la Luz y la Soledad

En 1998 se aprobó en Asamblea General de las Cofradías del Santo Entierro y la Santa Vera Cruz la recuperación de las Damas de Luz y de la Soledad, como una Sección de las Cofradías de la Santa Vera Cruz y el Santo Entierro.

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Recogemos dos artículos de los estatutos de la Cofradía del Santo Entierro que hacen en sus apartados referencias a estos Cofrades:

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Art. 5.- Hermanos de Luz serán Señoras y Señoritas que lo soliciten siendo condición para ser admitidas que hayan cumplido los 16 años.

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Art. 52.- Los Hermanos de Luz por el mero hecho de serlo adquieren el derecho de que a su fallecimiento asistan los hermanos de la Cofradía a su sepelio y como deber contraen la asistencia a la Procesión de Viernes Santo con derecho a ocupar un puesto al lado de la efigie que le corresponda o designe el Alcalde Caballero.

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Para asistir dichos Hermanos a la procesión del Viernes Santo, y ocupar el puesto que le corresponda necesita llevar la insignia colocada al lado izquierdo del pecho y un farolillo con su bujía.

Según leemos, los hermanos de luz, se encargaban de acompañar a los hermanos cofrades alumbrando con faroles las imágenes de la cofradía. Este será principalmente el papel que volverán a desempeñar, pero centrando su participación en los pasos de la Virgen de la Soledad y la Virgen de las Angustias.

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Como distintivo principal, las hermanas de esta cofradía llevan durante las procesiones una medalla con la efigie de la Virgen de la Soledad y utilizan en los desfiles un farolillo, construido de chapa y con paredes de cristal como los utilizados antiguamente, con el que alumbran las calles de Benavente al paso de las Vírgenes de la Soledad y las Angustias.

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En la Semana Santa del año 2000 las Damas de Luz y de la Soledad visten con una capa de terciopelo negro.

Destacamos, en el principio de la nueva andadura de esta Sección, la donación de un estandarte realizado por la diseñadora benaventana Loly Cubo y una aportación económica de Marcela Gutiérrez Suca, fallecida el 15 de noviembre de 1999, para la reparación del corazón y la corona de plata con que procesiona la Virgen de la Soledad.

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